domingo, 2 de septiembre de 2012



 

DIFERENCIAS ENTRE OCIO, TIEMPO LIBRE Y RECREACION  

El desarrollo del conocimiento de la dimensión de la vida social no vinculada a la esfera laboral, ha descuidado su especificidad al no enfatizar las diferencias existentes entre los conceptos <ocio - tiempo libre - recreación> a partir de su anclaje en la historia; esto ha originado una confusión conceptual, que se transfiere al estudio de las actividades de esa dimensión social obstaculizando el desarrollo de instrumentos de investigación que  permitan hacer comparables las prácticas recreativas en sus multideterminaciones y complejidad entre distintas sociedades concretas. El presente trabajo intenta ser un aporte para la construcción teórica en este campo. Simultáneamente busca despertar el interés de quienes están vinculados a la temática, por contribuir con críticas y nuevos enfoques a delinear una teoría de la recreación, aspiración sentida pero solo posible de lograr en procesos de intercambios colectivos.


Se parte del supuesto de reconocer que los significados otorgados a los conceptos <ocio>, <tiempo libre> y <recreación>, se entremezclan con una característica: se ha pretendido incorporar en viejos conceptos una nueva realidad histórica, sin desprenderlos de la vieja significación surgida para un grupo social determinado en una formación socioeconómica particular.

En el marco de la temporalidad social no destinada al trabajo, desde los griegos a la actualidad aparece una temporoespacialidad identificada con acciones dirigidas al descanso, la diversión, la contemplación,  el placer, la socialidad entre otras similares denominadas casi indistintamente como “ocio”, “tiempo libre” o “recreación”. Una consecuencia de tal tratamiento conceptual ha sido la desvinculación del concepto con sus referentes empíricos. Por otra parte, el estudio de las prácticas de ocio, tiempo libre  recreación se han presentado preponderantemente en una visión desarticulada y desde miradas fragmentadas del sujeto, que solo han dado lugar a la búsqueda de “motivaciones intrínsecas de las actividades”, “funciones psicológicas” o meras descripciones de las mismas. La dimensión de la práctica queda atrapada casi con exclusividad en un nivel subjetivo, lo que dificulta nuevamente un estudio social.

 
OCIO
Indagar en el concepto ocio implica situarse inicialmente en las civilizaciones griega y romana. Partiendo de los griegos, quienes le dan  su carácter primigenio, el ocio, se reconoce  a partir de Platón y Aristóteles fundamentalmente, configurado como ideal desde la suposición que los hombres somos más de lo que parecemos ser . El ocio permite el desarrollo de la potencialidad del ser humano, y en este sentido se configura en ideal. Es así como entendían los griegos que los esclavos eran  necesarios porque con su trabajo se cubrían las necesidades materiales de una sociedad, mientras otros dedicaban su tiempo y energía al intelecto activo, a la búsqueda de las verdades supremas. Si nos centramos en el modo de producción para otorgar mayor sentido al análisis, el ocio de los griegos solo podía existir en el espíritu de hombres libres, aquellos de condición no sometida o esclava, y los hombres libres solo podían existir en tanto se mantuviera en Grecia la esclavitud. El ocio y el ideal de ocio griego deben ser entendidos entonces como parte de una formación socioeconómica esclavista, como una configuración de significados específicos que surge de la forma que toma la organización para la subsistencia material de los griegos. Se encuentran además en el inventario de los griegos, grandes fiestas y espectáculos para los habitantes de la ciudad; pero se reconoce también que la intención de tales manifestaciones respondía al deseo de unir a los miembros de la ciudad a través de un homenaje colectivo a sus dioses protectores; fundida con un interés egoísta, la religión servía de base al patriotismo, proporcionando a la vez la cohesión moral en el pueblo, y con frecuencia brindando elementos preciosos de información intelectual y estética . Goodale y Godbey  reconocen tres elementos contenidos en el ideal griego del ocio:tiempo, necesario para la elaboración y elevación de la cultura; fermento intelectual, dado en la necesidad de explicaciones mitológicas o metafísicas constantes, y seguimiento de un ideal, premisa más característica de la Grecia antigua que de cualquier otra cultura; por tanto, agregan, el “ocio” tal lo entendieron y usaron los primeros filósofos griegos, solamente puede ser entendido a la luz de los ideales de la cultura griega. Otra significación del ocio griego devenida de  las propias características de la cultura pero poco reconocida por la bibliografía específica, da cuenta de que el ideal masculino en dicha cultura es “a favor de los ocios” . Esto implica que el ideal del ocio griego encierra también una definición de género.

En síntesis, el ocio griego encierra la condición de ser un interrogante, una búsqueda de la expresión del hombre en su condición ética, no es una expresión acabada y concreta en actividades del tipo que en nuestros días pretendemos definir sino es concebido como una predisposición del ánimo, del ser, como una actitud “para ...” configurada en un ideal de cultura.

A diferencia de Grecia, a Roma le interesaba la expansión imperial y el enriquecimiento personal –fundado en el desarrollo de la moneda-, los que a su vez arrojaban una sostenida y creciente urbanización, diferenciación de sectores sociales, grandes masas de desocupados “libres”, nuevos oficios y ocupaciones que derivaban de la urbanización, lo que los mantenía ajenos a intereses comunes que se dilucidaran en el plano de las ideas. La organización socioeconómica del Imperio contempla una transformación incipiente frente al surgimiento de pequeños artesanos demandados por las nuevas formas de ocupar el espacio –la urbanización-, si bien la formación socioeconómica sigue teniendo su esencia en el esclavismo. En este contexto, los aspectos del ocio resignificados en Roma pueden centrarse en: 1-se inicia una fusión en el ámbito individual de las categorías “ocio-trabajo”, reconocida socialmente La negación del otium romano, es el neg-otium, de donde deriva “negocio” es decir, trabajo al que se dedicaban negociantes y mercaderes.Ocio y negocio, son parte constitutiva del hombre completo, y desde esas dos dimensiones el hombre se manifiesta; 2- el tiempo de ocio , es en Roma atributo de las grandes masas –aunque no en forma exclusiva-  para quienes los poderosos sirven con fiestas y espectáculos. Esto marca un perfeccionamiento del ocio popular que deriva en ocio de masas como arma de “dominación”; 3- el ocio se expresa en actividades concretas y colectivas fundamentalmente de tipo <espectáculo>, no ya en términos de ideas o ideal; 4- La búsqueda del placer está impregnada de materialidad y desprovista de los parámetros de la moralidad eteniense.

Con la caída del Imperio romano, la iglesia organizada hizo valer su autoridad y se propuso llenar un vacío institucional. Esta doctrina propicia la soldadura mental y moral de la sociedad con su ideal de salvación e inmortalidad de las almas. El mensaje de trascendencia espiritual posibilita la superación del caótico mundo empírico predominante en la época. Así se reemplaza la razón por la fe, y ésta –tal como lo formula San Agustín-, es el objeto de la contemplación. La razón –objeto de contemplación para los griegos- se abandona, por tanto se ha dejado de lado uno de los aspectos fundantes de la concepción del ocio griego. Otro aspecto que muda, es la noción del “tiempo”. Para los cristianos el tiempo es de por sí sagrado, tiende hacia una plenitud futura, pertenece al mundo venidero, pero debido a la realidad humana deben ser signos visibles para el hombre los que marquen los tiempos sagrados; es así como se impone el domingo o “día del Señor” en el calendario litúrgico. Tanto el “descanso” como la “contemplación” y la “fiesta” representan la posibilidad material para el hombre de profundizar y tomar conciencia de su dependencia con el creador y disponerse espiritualmente a recibir su gracia. Así puede resumirse el nuevo sentido otorgado por la doctrina cristiana al tiempo de descanso, a la interrupción laboral que se impone con el domingo.





Durante el siglo XVI, con el incipiente surgimiento de la economía de mercado comienza a gestarse como derivación del ocio, el concepto de ociosidad. La condición humana adquiere la condición natural de impureza y pecado, y la potencialidad del ser humano –defendida por Aristóteles- se circunscribe a la superación de esa naturaleza a través del trabajo. El trabajo pasa a ser el elemento que dignifica al hombre y la ociosidad su condena. La crítica al ocio que surge en este período abarca dos dimensiones: la económica y la moral. A partir de aquí el concepto de ocio, tal como lo hemos analizado, no tiene  la capacidad de expresar un contenido válido en diferentes momentos históricos. Cuando se intenta recobrarlo, da lugar –por las condiciones históricas-, a un nuevo concepto, el Tiempo Libre.



EL TIEMPO LIBRE 

La  revolución  industrial  marcó el punto de partida en la concepción del tiempo libre.  Tal como lo describe Thompson , la revolución industrial  no  era una situación consolidada,  sino  una fase de transición entre  dos modos de  vida.   Hacia  el  1700  en  Inglaterra  comienza  a  instalarse  el  panorama capitalista industrial  superponiendo  a los  patrones  de conducta  socializados, los esquemas del  disciplinamiento  en el trabajo,  introduciendo en las escuelas la  crítica a  la moral de la ociosidad y la  prédica a favor  de  la industriocidad.  El  disciplinamiento  y  el  orden en el trabajo pasó a invadir todos los aspectos de la vida, las relaciones personales, la forma de hablar, los modales, al punto tal que fueron minando la alegría y el humor; “se predicó y se  legisló contra las diversiones de los pobres” , en un intento de suprimir bailes y ferias tradicionales,  como parte de la desvalorización  a la comodidad, el placer y las cosas de este mundo. Estas medidas tienden a desterrar los “habitus” de campesinos, socializados en un tiempo y espacio signado  por el ritmo de la naturaleza en una forma de producción agropecuaria, es decir una  formación  precapitalista no urbana. Tales prohibiciones pretenden  instaurar nuevas formas  de  apropiación  del  tiempo – tiempo de reloj- que deberían conducir a un  trabajo  sistemático, regular  y  metódico, lo  que no daba  lugar a  estados  de “ociosidad”.  Instaurado  un tiempo  laboral  deshumanizante –  por  la prolongación de las jornadas de trabajo para adultos y niños en condiciones extremas- se hicieron sentir a través de las incipientes organizaciones gremiales, las  demandas  de  <tiempo libre>.  Se reclamaba tiempo libre de trabajo, para descansar del trabajo,  he  aquí  el  sentido primigenio del concepto.  La lucha  por  la  conquista de tiempo libre  se  sucede  logrando  paulatinamente una reducción de las horas de trabajo.        Al  mismo  tiempo, se  diversifican  las consignas  para  la utilización  del  tiempo  liberado.  Aparece  la demanda  por  la necesidad  de  tiempo  libre para el desarrollo cultural y la socialidad. Se resumen aquí aspectos  vinculados  a  la participación social, la educación  e instrucción en sociedades cada  vez más complejas, hasta  lograr  las vacaciones pagas, reivindicación que impulsa sostenidamente  el desarrollo  del  turismo  como  práctica en el tiempo libre. 

Retomando la descripción de algunos aspectos del industrialismo, en el marco del capitalismo en consolidación, se puede identificar un  creciente impulso al desarrollo de tecnologías de uso doméstico, que afectan directamente esta esfera de tiempo libre autónomo. La radio, la televisión, el cine, capturan horas de tiempo libre diario, y de fin de semana, al punto de ejercer una hegemonía en las posibilidades de uso del tiempo. Reconocida esta  hegemonía cultural, en manos del propio capitalismo, se modifica la demanda y se alude a la “libertad”, en términos de alcanzar una vivencia real de libertad –al menos- en el tiempo libre. Se plantea entonces la discusión acerca de la “libertad”, y se discute entre distintos enfoques sociológicos, las posibilidades de vivir la libertad en el tiempo de no trabajo. Queda planteada otra dimensión de análisis, el plano de la “libertad” en el tiempo, con referencia a la alienación en el trabajo y sus efectos en el tiempo libre. Termina de configurarse la problemática con relación al análisis del tiempo libre: tiempo de “libertad” – “libertad” en el tiempo, de los efectos del trabajo, de los medios masivos de comunicación, entre otros.

Resumiendo, la idea de tiempo libre en las sociedades pre-industriales no tiene prácticamente puntos de relación con el concepto que se gesta a partir de la revolución industrial. Nace en términos cuantitativos y en su desarrollo encuentra la necesidad de cualificarse. Inicialmente también, se configura como instrumental, para ganar un espacio de autonomía, que encierra problemáticas propias de la era industrial, como el tema de la libertad. Si bien nace como tiempo “liberado” del trabajo, debe posteriormente, plantear una liberación de la “cultura jerarquizada” tal como lo plantea Touraine, y la cuestión de la alienación en el trabajo, para poder seguir fundamentándose el concepto como tiempo libre. Aquí la expresión ya tiene los dos aspectos considerados en todas sus implicancias: tiempo libre, en tanto horas de no trabajo; y libertad en el tiempo; en tanto libre disposición de ese tiempo, considerando la libertad ideológica como psicológicamente, tal lo señala Munné .

Más recientemente –y atendiendo al aspecto cuantitativo- el aumento del tiempo libre en las sociedades capitalistas responde a una necesidad estructural del sistema: descansar para seguir produciendo y disponer de tiempo para el consumo . Aparece entonces un aspecto novedoso: la función que se atribuye al tiempo libre con relación al consumo. “El consumidor y la economía exige disponer de untiempo libre para realizar sus operaciones de consumo [...] Nuevamente se evidencia como las particularidades que adquiere el modo de producción en una formación socioeconómica concreta, expresa una dialéctica entre los diversos fenómenos de la vida social y la base material que la sustenta.



RECREACION       
El término, según reconocen algunos autores, se pone de moda en los años cincuenta, no significa que antes no hubiera estado presente, implica que en este momento comienza a generalizarse su uso, y por tanto colmarse de significados. Según Argyle  una vez incorporado socialmente el derecho a una mayor disponibilidad de tiempo libre, comienza a hablarse de una “recreación racional”. Se reconoce que las actividades recreativas posibilitan la expresión de nuevas necesidades y capacidades. Esto implica que se reconoce la autonomía progresiva que va tomando un conjunto de actividades, que en estrecha relación con las demandas de las destrezas exigidas en los ámbitos laborales, se adaptan al ámbito del tiempo libre y van a su vez evolucionando con características propias. De esta forma se explica el disfrute de actividades muy difundidas en la bibliografía específica, el “bricollage”, “jardinería”, “do it your self” todas actividades que promovían las habilidades manuales, en reacción a los objetos fabricados en serie y desde el supuesto que el ejercicio de las habilidades manuales respondiera a una necesidad de romper el trabajo automatizado. Lo cierto es que tales actividades transferían los criterios de eficiencia, utilidad, racionalidad presentes en el mundo del trabajo industrial en consolidación, y a su vez demandaban la adquisición de las “herramientas” para su ejecución, es decir comenzaban a imponer el consumo en el ámbito del tiempo libre del trabajador. Esclarecedora es en este sentido la definición de M. Mead , quien propone que la recreación“condensa una actitud de placer condicional que relaciona el trabajo y el juego”.

¿Cuál era el concepto griego sobre el Ocio?

¿Cuál era la forma de pensar de los Romanos sobre el Ocio?

¿Que pensaban los Cristianos sobre este mismo concepto?

¿Es lo mismo Ocio que Ociosidad?

¿Cómo surge el tiempo libre?

¿Qué opinas sobre la introducción de estos conceptos al ámbito escolar?